Ayer fue un día distinto.
Ayer fue un día especial.
Ayer no me acordé de tí ni una sola vez.
27 de julio de 2011
22 de julio de 2011
Camisa blanca
La observa desde la ventana.
Guapa como siempre. Sus ojos marrones, en los que él se pierde. Su piel suave, en la que él navega.
Pasea sobre la hierva del jardín con una camisa blanca. Blanca y algo transparente, aunque él se sabe de memoria cada centímetro de su piel.
Sonríe.
Ella se quita la camisa y se echa en una tumbona cerca de la piscina, dejando al descubierto ese bikini negro que a él tanto le gusta. Él recorre con la vista todo su cuerpo: cabello, ojos, boca, hombros, pechos, vientre, cintura, piernas...
Suspira.
Decide ir a la piscina a darse un baño, así podrá estar mas cerca de ella. Nada un rato, pero escucha un leve chapoteo. Se gira y allí está ella, perfecta. Acerca su cuerpo al de él y le besa. Lento. Después de ese viene otro, no tan lento. Y otro más.
Se miran y deciden parar, aunque sólo por ahora. Saben perfectamente todo el tiempo que les queda juntos por disfrutar.
Guapa como siempre. Sus ojos marrones, en los que él se pierde. Su piel suave, en la que él navega.
Pasea sobre la hierva del jardín con una camisa blanca. Blanca y algo transparente, aunque él se sabe de memoria cada centímetro de su piel.
Sonríe.
Ella se quita la camisa y se echa en una tumbona cerca de la piscina, dejando al descubierto ese bikini negro que a él tanto le gusta. Él recorre con la vista todo su cuerpo: cabello, ojos, boca, hombros, pechos, vientre, cintura, piernas...
Suspira.
Decide ir a la piscina a darse un baño, así podrá estar mas cerca de ella. Nada un rato, pero escucha un leve chapoteo. Se gira y allí está ella, perfecta. Acerca su cuerpo al de él y le besa. Lento. Después de ese viene otro, no tan lento. Y otro más.
Se miran y deciden parar, aunque sólo por ahora. Saben perfectamente todo el tiempo que les queda juntos por disfrutar.
14 de julio de 2011
Estoy aquí
Lo intento. No paro de intentarlo.
Créeme. Estoy aquí.
Ven conmigo.
Mi corazón dice que te busque, que no te deje escapar. Que si lo sigues lo consigues. Y mi mente... que no imagine cuentos de hadas, que sé que es una locura.
Pero, ¿sabes qué? Estoy aquí.
Créeme. Estoy aquí.
Ven conmigo.
Mi corazón dice que te busque, que no te deje escapar. Que si lo sigues lo consigues. Y mi mente... que no imagine cuentos de hadas, que sé que es una locura.
Pero, ¿sabes qué? Estoy aquí.
9 de julio de 2011
7 de julio de 2011
Gracias a ti
Gracias... por aguantarme, por hacerme reir. Porque a veces lloramos juntos... pero siempre terminas haciéndome sonreir.
Gracias por haber estado conmigo cuando más te necesitaba.
Gracias por estos años contigo.
Ya sé que lo sabes pero tambíén sabes que nunca me cansaré de decirlo: te quiero muchísimo.
Gracias por existir, por ser como eres, y sobre todo, por estar en mi vida.
Por tí, enano :)
Gracias por haber estado conmigo cuando más te necesitaba.
Gracias por estos años contigo.
Ya sé que lo sabes pero tambíén sabes que nunca me cansaré de decirlo: te quiero muchísimo.
Gracias por existir, por ser como eres, y sobre todo, por estar en mi vida.
Por tí, enano :)
3 de julio de 2011
Por ella
"Y desde entonces impotencia. Impotencia por no poder escucharla, por no poder estar junto a ella. Por no saber exactamente lo que estaba pasando. ¿Qué puede hacer?
Tumbado en la cama, trata de serenarse, de respirar y buscar algo que le quite de la cabeza aquella chica. Es imposible. ¡Qué agonía!
En ese instante, un pensamiento le cruza por la mente. ¿Y si va a por ella a Francia? Sí. Podría decirle cuánto la quiere, cuánto le importa. Mirarla a los ojos y arreglar su relación. Insistirle en que no importa lo que haya pasado, que se olvidara de todo.
Un brote de esperanza le invade. Una posibilidad. Una pequeña luz en aquella oscuridad en la que está inverso. ¿Es una locura? Sí, quizás. Pero el amor requiere esa clase de locuras.
Decidido: irá a París a por la chica de la que sigue enamorado."
Del libro "¿Sabes que te quiero?" de Blue Jeans
Tumbado en la cama, trata de serenarse, de respirar y buscar algo que le quite de la cabeza aquella chica. Es imposible. ¡Qué agonía!
En ese instante, un pensamiento le cruza por la mente. ¿Y si va a por ella a Francia? Sí. Podría decirle cuánto la quiere, cuánto le importa. Mirarla a los ojos y arreglar su relación. Insistirle en que no importa lo que haya pasado, que se olvidara de todo.
Un brote de esperanza le invade. Una posibilidad. Una pequeña luz en aquella oscuridad en la que está inverso. ¿Es una locura? Sí, quizás. Pero el amor requiere esa clase de locuras.
Decidido: irá a París a por la chica de la que sigue enamorado."
Del libro "¿Sabes que te quiero?" de Blue Jeans
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